Estados Unidos a 25 de septiembre, 2023.- Megan Rapinoe, la emblemática futbolista estadounidense, jugó su último partido con la selección de Estados Unidos, poniendo fin a una de las carreras más impactantes en la historia del fútbol femenino. Desde su debut en 2006, Rapinoe marcó 63 goles y ofreció 73 asistencias, logrando colocarse entre las 10 mejores en ambas categorías en la historia de la selección femenina de Estados Unidos.
Sin embargo, su legado trasciende los límites del terreno de juego. Rapinoe ha sido una voz firme en la lucha por la igualdad racial, los derechos de las mujeres, la equidad salarial y los derechos LGBTQ+. La futbolista, que salió del armario públicamente en 2012, ha sido una defensora abierta de la comunidad LGBTQ+ y se convirtió en un ícono cultural al ser la primera atleta blanca y la primera mujer en arrodillarse durante el himno nacional en solidaridad con el jugador de la NFL, Colin Kaepernick, en 2016.
A lo largo de su carrera, Rapinoe se alzó con dos trofeos de la Copa del Mundo, en 2015 y 2019, y se llevó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Estos logros la convierten en una de las atletas más condecoradas de su generación y en una figura ineludible en la historia del deporte estadounidense.
Es este amalgama de éxitos deportivos y compromiso social lo que convierte a Megan Rapinoe en una leyenda única, una atleta que ha demostrado que los deportes son un escenario vital para el cambio social. Mientras se retira de la selección, su legado como activista y jugadora quedará grabado para siempre en los anales de la historia.
