CDMX a 5 de octubre, 2023.- Las redes sociales, instrumentos modernos de comunicación e información, han generado un impacto significativo en el panorama político, redefiniendo la dinámica de los procesos electorales y la manera en que los candidatos se relacionan con el electorado.
Estas plataformas digitales han emergido como valiosos aliados para figuras políticas emergentes e independientes, ofreciendo un espacio de bajo costo para publicidad y promoción. Sin embargo, su poder no solo tiene facetas positivas. Las redes también se han convertido en canales para la propagación de desinformación y discursos polarizantes, socavando la confianza de la sociedad en el ámbito político.
Además de cambiar la cara de las campañas, las redes sociales han modificado profundamente la participación ciudadana en política. El fenómeno “News find me” ejemplifica esta transformación, pues las personas ya no buscan activamente noticias, sino que permiten que estas les alcancen a través de sus plataformas digitales preferidas. Así, estas herramientas facilitan que el público siga eventos políticos y participe en debates desde la comodidad de sus dispositivos.
No obstante, las redes sociales no están exentas de retos y preocupaciones. La propagación de noticias falsas y la exposición inmediata de los políticos al escrutinio público pueden tener efectos perniciosos en la percepción ciudadana y en la estabilidad de los Estados e instituciones.
En este contexto, es crucial una colaboración efectiva entre actores políticos, sociedad civil y plataformas de redes sociales para minimizar los riesgos asociados y fomentar prácticas que aseguren transparencia y veracidad en la información compartida, salvaguardando así la integridad de los procesos democráticos.
