En un contexto de competitividad política, Alejandro Armenta ha emergido como la figura central en la carrera por la gubernatura de Puebla bajo la bandera de la Cuarta Transformación. Superando a rivales como Ignacio Mier, Claudia Rivera y Julio Huerta, Armenta, el exsenador, ha sido designado para representar esta corriente política en las elecciones estatales de 2024.
Esta designación marca un nuevo capítulo en la ya destacada carrera política de Armenta, quien ha demostrado una notable habilidad para escalar posiciones en el ámbito político. Su historia en las urnas, que se extiende desde 1992 hasta 2018, revela un patrón de éxito constante, reflejando su creciente influencia y capacidad para movilizar el electorado.
Armenta comenzó su camino político ganando la alcaldía de Acatzingo en 1992, un municipio con una lista nominal actual de 38,806 electores, donde obtuvo el 52.2% de los votos. Este triunfo inicial fue el primero en una serie de éxitos electorales que mostraron su progresiva ascensión. En 2001, Armenta se alzó con una diputación local representando al PRI, obteniendo el 46.9% de los votos. Su carrera tomó un impulso significativo en 2015, cuando fue elegido como diputado federal en la LXIII Legislatura, esta vez con el apoyo del PRI y del PVEM, ganando con un 49.3% de los votos.
El año 2018 marcó un hito en su carrera, ya que con el partido Morena fue electo senador en la LXIV Legislatura, reuniendo casi 1.5 millones de votos. Este logro no solo consolidó su estatus dentro de su partido, sino que también lo posicionó como una figura clave en la política poblana.
Ahora, mirando hacia las elecciones de 2024, Armenta busca extender su racha ganadora y asumir el cargo más alto en el estado de Puebla. Su trayectoria, marcada por victorias consecutivas y una habilidad para adaptarse a diferentes contextos políticos, sugiere que su candidatura será una fuerza significativa en la contienda. La designación de Armenta como coordinador en defensa de la Cuarta Transformación no solo refleja su experiencia y habilidad política, sino también la confianza depositada en él para liderar Puebla hacia un nuevo capítulo bajo su visión y dirección.
