En un esfuerzo por mejorar la seguridad y la calidad de la cirugía estética en México, la Cámara de Diputados ha puesto la mira en la regulación y certificación de la práctica. La iniciativa, presentada por el diputado Jesús Fernando García Hernández del Partido del Trabajo, busca no solo diferenciar la cirugía plástica estética de la reconstructiva, sino también castigar con severidad a quienes operen sin los protocolos y certificaciones adecuadas.
La preocupación surge en un contexto donde México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en cuanto a procedimientos estéticos, solo superado por Estados Unidos y Brasil. Esta alta demanda, en estados como Baja California, Quintana Roo, y la Ciudad de México, ha llevado a un auge de pseudocirujanos y clínicas que operan al margen de la ley, poniendo en riesgo la salud y la vida de los pacientes.
El diputado García Hernández, con el apoyo y asesoría del COLEGIO NACIONAL DE MEDICOS QUIRURGICOS Y CIRUGIA ESTETICA A.C, recalca la necesidad de comprender y reconocer la diferencia entre las intervenciones estéticas y las reconstructivas. Mientras la primera se centra en cambios puramente estéticos en personas sanas, la segunda tiene como objetivo principal restaurar la funcionalidad y apariencia de zonas afectadas por accidentes o enfermedades.
La propuesta también sugiere sanciones muy severas, con penas de hasta 40 años de prisión y grandes multas, para quienes practiquen cirugías estéticas sin seguir la Ley General de Salud.
Con esta iniciativa, México busca asegurar una práctica médica de calidad, protegiendo a sus ciudadanos de riesgos innecesarios y garantizando un marco legal claro y justo para los profesionales de la salud.
